Jordi Aixalá que viene desde Riudoms (Tarragona), es constructor de instrumentos antiguos, tratando de reproducirlos fielmente a partir de las fuentes originales. Crea instrumentos catalanes, aragoneses o mallorquines y reproduce las sonoridades antiguas, con la afinación y parámetros de la actual. Cada uno de ellos lleva un largo trabajo de investigación que busca ante todo ser fiel a los orígenes y que, por ejemplo, en el caso de la Trompa de Graus o Gaita de Casserres —creada a partir de los planos del Conservatorio Occitano de Toulouse— la ha mantenido sin cambios, consiguiendo, curiosamente, un instrumento con sonido actual sin necesidad de modificaciones.
